Adiós amigo

Aún puedo verte andando por el patio, con tu aire chuleta presumiendo de chupa , picando al Montilla que te doblaba en altura.
Fueron años bonitos, muchas risas, y algunos llantos, me dejaste con las ganas de pasar una tarde sentados en una terracita recordándolos juntos.
Después de tanto tiempo sin saber de ti, es curioso como la amistad se mantiene viva dentro de cada uno, porque creemos que un amigo siempre estará ahí. Ya es tarde para hacer esa llamada tantas veces aplazada, demasiado tarde, casi diez años sin vernos, y ahora te hecho de menos más que nunca.

Ya nos veremos, ojalá más tarde que pronto, seguro que no tienes prisa