Uno más

sábado, octubre 22, 2005

Nos quejamos por vicio.

Aquí no nos podemos quejar, aunque la gente no pare de quejarse, la inmigración, el estatut, la vivienda, el euro, y mil chorradas más. La mayoría de la gente no somos conscientes de lo que tenemos, ¿cómo hemos llegado a este punto de insensibilidad ante las desgracias ajenas?, cada vez somos más inmunes. A menudo me paro a pensar como sería mi vida sin esas pequeñas cosas que nos facilitan la existencia: abrir un grifo, y que salga agua, dormir en un colchón, comer con cubiertos, mesa y silla comida caliente, cagar sentado, las compresas con alas, lujos de los que no nos percatamos. Vivimos esclavos del consumismo, cuanto más tenemos más queremos, y menos valoramos lo básico. Ya estoy un poco arto de tanta mierda, voy a romper con todo, dejaré el trabajo, y me marcharé a vivir al campo o al mar, no lo tengo claro, depende de la cantidad que me toque en la lotería.